domingo, junio 26, 2005

Era un día cualquiera...

Era un día cualquiera, siendo virgen me vestí de puta y mi mente pervertida se deslizó por el abismo de la bestia, el amor no fracasó, fracaso el intento de amar...

3 comentarios:

Daniel J. Montoly dijo...

Me gusta este poema breve, Nidya, en el cual logra despojar la poesia de cualquier atadura con la llamada moral burguesa.

Sexo y sentimiento no siempre compaginan, pero algunas veces este ultimo se encuentra en las relaciones mas inusuales, por tanto el amor es ese desvario donde tantas emociones confluyen, que terminan por volverlo loco.

La perversidad no es lo que muchas veces pensamos sino aquello, que por mucho tiempo hemos dejado de pensar.

Besos. Daniel

Anónimo dijo...

Dany querido que alegría encontrar tus palabras que invitan a continuar en este oficio que aprendo cada día.

Sabes que este no es un poema, son simplemente pensamientos que se me atraviesan en la mente y escapan como pájaros voraces.

Abracito para ti.

Anónimo dijo...

las asincronias que siempre invitan a seguir,