El silencio me habla, tú me hablas en el silencio, en la ausencia de tu voz y de tus labios...
Un beso asoma suavemente, tu voz me despierta con susurros, tu boca en mi, abarca todo, mi esencia y mi piel.
Tú, hablándome, girando en mi cuerpo, en mis hondonadas con tu fuego, con tu fuerza de hombre...
Me dejo llevar por el pensamiento, por el deseo, por la verdad de nuestros días...